Procede de: Madrilonia
Sábado 4 de junio, son las 22.30 aproximadamente, la asamblea del barrio de Carabanchel acaba de terminar entre aplausos y vítores. La gente se empieza a levantar y a conversar en pequeños grupos sobre lo bien que ha salido todo. Algunos amigos estamos hablando de ir a tomar unas cañas, de repente varias personas comentan que la policía está realizando un redada contra migrantes en la estación de Oporto, a tan sólo 50 metros cruzando la calle desde la plaza donde estamos.
Comenzamos a caminar despacio y confiados hacia el metro, “ningún ser humano es ilegal” coreamos con fuerza. Hay un coche de la policía nacional aparcado en la boca de metro, parece que la redada es dentro de la estación. Unas doscientas personas comenzamos a bajar las escaleras al grito cada vez más alto de “ningún ser humano es ilegal”. Dos agentes están pidiendo documentación a personas de piel morena. Tienen a un chico retenido cuando los policías se dan cuenta de lo que está pasando.
Están rodeados por una multitud que corea una verdad que tanto necesita ser gritada. Los dos policías comienzan a caminar hacia la salida del metro, el chico retenido duda si seguirles, se hace el despistado y comienza a quedarse rezagado para escapar. Un pasillo se abre entre la gente por el que los policías caminan con la mirada en el suelo y la mano en la funda de la pistola.
Impresionante, los gritos son cada vez más fuerte, la emoción aumenta, pero la calma se mantiene al paso de la policía, nadie les increpa, no hace falta, hemos ganado, estamos felices, rebosantes de alegría. Cuando por fin el coche de policía abandona la plaza, el cántico cambia: “el pueblo unido jamás será vencido”. Una sensación maravillosa, nos abrazamos, caras con sonrisas enormes.
Es una victoria para toda la gente que cada día tiene que caminar con miedo a ser detenida en una redada racista y llevada al centro de internamiento para extranjeros situado en los terrenos de la antigua cárcel de Carabanchel. Es una victoria sobre la violencia que generan las leyes de extranjería que dejan sin garantías legales a tanta gente, minando su capacidad de respuesta frente a situaciones de explotación cada vez más dura. Cuantas noches teniendo que ir a la comisaría para intentar interceder por un amigo. Qué impotencia al volver a casa sin poder haber hecho nada ante una redada en la que se llevaban a tu vecina. Qué rabia cuando la gente es multada por intentar denunciar esas fronteras que nos parten el alma y destruyen las confianzas.
Y qué alegría, qué momento tan grande el que vivimos el sábado. Esta vez no estábamos sólos, aislados, indefensos. Éramos muchas, sabiéndonos parte de algo más grande, un movimiento que sigue creciendo, que es capaz de grandes movilizaciones y de pequeños gestos, como el del sábado, que saben a victoria. Alegría por ser capaces de desactivar por un momento las fronteras que nos separan, que generan desigualdad y miedo. Alegría sobre todo por sentirnos capaces de recuperar el espacio público para que todos y todas podamos participar en los asuntos que nos afectan con libertad.
Ps: Queda mucho , pero sí se puede!
Message to the 15M movement: a little big victory in Carabanchel
Saturday, June 4, around 22.30. Carabanchel's assembly just finished with applauses and cheers. People are starting to stand up and discuss in small groups that everything went really well. Some of us are talking about going for some beers, when suddenly several people comment that the police are conducting a raid [policemen ask everyone who doesn't look white-european for their identifications, looking for foreigners without visa] on migrants in the station of Oporto, across the street, just 50 meters away from the plaza where we are.
We started to walk slowly and confidently toward the subway, we sing along in loud voice "no human being is illegal". There is a national police's car parked on the subway station, it seems that the raid is inside the station. Around two hundred people start going down the stairs yelling louder and louder "no human being is illegal." Two officers are asking for documents to people with dark skin. They have retained a boy before the police realize what's happening [when a person doesn't have their visa o resident permit, they are taken to the police station or to a "Centro de internamiento para extranjeros" sort of a jail for foreigners who haven't commited any crime].
They [the two policemen] are surrounded by a crowd singing out loud a thruth that needs to be remembered. The two officers began walking toward the subway's exit, the boy that they were holding doubts as to whether to follow them, instead of falling them, he falls behind to escape. The people open a passageway between them, and the policemen walk through with their eyes on the ground and their hands on the holster.
Awesome! the screams ["no human being is illegal"] grow louder, the excitement increases, but the calm is kept while the policemn walk, no one rebukes them, we don't need to, we have won, we're happy, overjoyed. When the police's car finally leaves the square, the chant changed: "The people united will never be defeated." A wonderful feeling, we hugged, we had huge smiles on our faces.
It is a victory for all the people who every day must walk in fear of being arrested in a raid and taken to racist detention center for foreigners located in the grounds of the former prison Carabanchel. It is a victory over the violence generated by immigration laws that leave no legal guarantees to many people, undermining their ability to respond to situations of exploitation increasingly harsh. How many nights have people spent at the police station, trying to intercede for a friend. What impotence to return home without having done anything at a raid in which they took away your neighbor. It is totally annoying when people are fined for trying to expose those boundaries that are heartbreaking and destroy social trust.
How much joy, what a great time as we left on Saturday. This time we were not alone, isolated, helpless. There were many of us, we knew we were part of something bigger, a movement that continues to grow, which is capable of large demonstrations and small gestures, like the one of Saturday, that taste like victory. The joy of being able to tear down for a moment the boundaries that separate us, boundaries that generate inequality and fear. Joy felt especially because we were able to recover public spaces where we can all freely participate in matters that affect us.
Ps: There is a lot left to do, but yes we can!
¿Por qué me estoy volviendo activista? Porque quiero un Madrid lleno de bicis y de plantas, con gente alegre y relajada. Porque quiero comer productos saludables. Porque no quiero pensar que mi bienestar sólo es posible a costa del malestar de otros. Porque creo que la tecnología actual podría permitir que muchos fuésemos muy felices, y que hay unos pocos que lo obstaculizan porque quieren ser unos privilegiados.
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