lunes, 20 de mayo de 2013

Firma por el agua en la UE

http://www.right2water.eu/es/node/5


hola a migxs para quien no haya firmado, ya hay mas de un millon de firmas aun faltan más, entre todxs podemos conseguirlo, importante difundir y firmar

bsos

jueves, 28 de marzo de 2013

Nuevas prácticas de protección de la democracia

 Esta semana me encontré en diagonal el artículo sobre los escraches que copio a continuación. También coincidió que escuche la primera sesión del curso de "nociones comunes" titulado "el bienestar malherido" (http://nocionescomunes.wordpress.com/2013/02/13/el-bienestar-malherido-estado-derechos-y-la-lucha-por-el-bien-comun/). 

En España creo que aún estamos aprendiendo a ser un país democrático. Y todo proceso de aprendizaje implica ensayo y error. Me parece que la reflexión de Guillermo Zapata sobre el escrache es bien interesante en ese sentido. 

Y del audio, de la charla que da Montserrat Galcerán, me quedo con la idea que ponen en práctica los anarquistas de no esperar a que el estado solucione todos los problemas, en su lugar prefieren organizarse y solucionar ellos sus propios problemas. Todo eso basado en la idea de que el estado es en realidad una abstracción cuyo auténtico origen son llas capacidades sociales, representa la capacidad humana de trabajar conjuntament para el bien común. Y esa capacidad no nos la pueden expropiar, de modo que quizás tengamos que reclamarla para nosotras mismas.

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Elogio del escrache

fuente: https://www.diagonalperiodico.net/la-plaza/elogio-del-escrache.html

Guillermo Zapata. Madrilonia.org
26/03/13 · 15:25

En algún momento de la crisis griega empezó a circular una anécdota que contaba que Papandreu no podía ir a comer con su mujer a los restaurantes porque el resto de comensales le insultaban. Los medios de comunicación se hicieron eco de esta historia hablando de la “degradación” de la vida política en Grecia. Sin embargo, en las redes sociales, por mail, en conversaciones, la anécdota circulaba como un mito de los de abajo, como un deseo concretado, un asco compartido. Entonces (y ahora) los medios no lo sabían, pero ya eramos griegos aquí en España.
En las redes sociales, por mail, en conversaciones, la anécdota circulaba como un mito de los de abajo, como un deseo concretado, un asco compartidoEl sábado por la noche leí un tuit de un guionista español que había ido al cine y al principio de la película habían puesto el nuevo anuncio de Bankia. La gente de la sala había aplaudido con hilaridad, gritado y/o abucheado el anuncio. Gente anónima, que no se conoce, que en la oscuridad de una sala siente la legitimidad de criticar a voces una entidad bancaria. La clave es el momento en el que pasa de ser un sentimiento individual para convertirse en uno colectivo con tanto sentido como para que, en la oscuridad de un cine, sin saber quién tienes al lado, te permitas gritarlo porque sabes que es de sentido común.
La pregunta es, ¿cómo se ha construido esa legitimidad? ¿Son sólo las prácticas de Bankia, su robo y su expolio a nuestras vidas lo que hace que la gente grite contra ella? La respuesta es no. La legitimidad y el sentido común se construyen abriendo un espacio público de conversación y de sentido donde antes no lo había. Desplazando un límite.
El pasado miércoles participé en el escrache al domicilio de Alberto Ruiz Gallardón en Madrid y lo que más me impresionó, además del escrupuloso cuidado en el desarrollo pacífico del mismo, fueron dos cosas:
1.- Que la gente de los parques que nos veía pasar y le explicábamos dónde íbamos se nos unía (recuerdo especialmente a una pareja con dos críos pequeños que se animaron en seguida).
2.- Que los vecinos y vecinas de la zona nos indicaron cuál era la casa. Con una media sonrisa nos decían “Allí, allí, está en esa calle”, “No, aquí no es, por aquí pasa, pero vive más arriba”.
A esa altura, a la del suelo, la legitimidad del escrache es absoluta.
Digámoslo claro. Los escraches se sostienen no solo por la indiferencia absolutamente criminal del Gobierno ante el problema de la vivienda, sino por miles de desahucios parados, movilizaciones intensísimas, ocupaciones de viviendas, ocupaciones de oficinas bancarias, negociación, diálogo y apertura. Hay escraches y tienen legitimidad porque hay un movimiento que les da sentido. Los relatos paranóicos en torno a acciones descontroladas son intencionados y ridículos.
Nada hay más organizado que un escrache. Nadie es más consciente de los límites que no se traspasan que las personas que participan, precisamente porque han adquirido un consenso de los que sí se van a traspasar. El límite que se traspasa es que “lo público y lo privado” no son esferas separadas, sino relacionadas. Por eso se va a la puerta de la casa. Por eso no se pasa de la puerta. Todos esos detalles simbólicos constituyen la legitimidad y la ética de una práctica. Compararla con cualquier desahucio revela lo evidente: en un desahucio el límite público-privado es precisamente lo que se violenta hasta el final y por la vía de la fuerza.
Los escraches son también la expresión de un afecto, de un grupo que se cuida y se acompañaPero hay algo mucho, muchísimo más importante en un escrache. Algo que ningún político ve porque solo son capaces de mirarse a sí mismos: Un escrache es una acción en el que las personas afectadas se organizan, se visibilizan y se sienten arropadas y acompañadas por otras personas. Los escraches son también la expresión de un afecto, de un grupo que se cuida y se acompaña. Son un mecanismo contra la individualidad. Es decir, son un mecanismo contra la desesperación. Son nuestro ir a Papandreu y echarle del restaurante. Pero además lo es sostenido por un espacio político organizado. No son un grito, una persecución o una torta en medio de la calle fruto de la rabia. Al contrario, gobiernan la rabia y la convierten en potencia. Son una expresión (una más) de que el poder de los de abajo se construye en común y que los de arriba son un desgraciado accidente en el camino de ese poder, de esa fuerza colectiva. Los escraches son la catarsis de una angustia en el mejor sentido. Son mecanismos para que las personas desahuciadas no sean víctimas, sino sujetos.
Es decir, son democracia.

Lo que El País no quiso publicar sobre acoso machista en la calle

Este artículo tiene más sentido si conoces la obra de Alicia Murillo, por ejemplo, su proyecto sobre el cazador cazado: http://www.pikaramagazine.com/2012/09/7109/

Origen: http://www.pikaramagazine.com/2013/03/lo-que-el-pais-no-quiso-publicar-sobre-acoso-machista-en-la-calle/#more-9834

Alicia Murillo y yo contestamos a unas preguntas para un reportaje en SModa que no llegó a ver la luz, bajo el argumento de que por las mismas fechas se publicó un reportaje similar en otras páginas del diario. Como nos sentimos censuradas, hemos querido publicar en Pikara nuestras respuestas. 


Memes feministas. Síguelas en Facebook. Es humor. Los que agreden son ellos
En agosto de 2012, una periodista freelance, colaboradora del suplemento de El País SModa, me pidió que contestase unas preguntas para un reportaje sobre acoso machista callejero que estaba preparando, en el que hablaría de iniciativas como Hollaback. Yo acepté y le recomendé a Alicia Murillo, por su proyecto ‘El cazador cazado’. Ambas contestamos a sus preguntas (Alicia a todas y yo, por no redundar, añadí algunas ideas) en seguida, ya que la periodista nos dijo que la publicación sería inminente. Nunca se publicó.
Alicia Murillo: “El mal llamado piropo es otra forma que el patriarcado tiene de hacer ver que el cuerpo de las mujeres es un espacio comunitario que se puede tocar, maltratar y sobre el que se puede opinar libremente. Hace que las mujeres sean más vulnerables y más dependientes de los hombres”
El argumento oficial fue que por esas fechas El País sacó un reportaje sobre el mismo tema (pero sin centrarlo en el contexto español ni contar con activistas locales) y que resultaba redundante. A nosotras nos consta que el reportaje se llegó a escribir y a entregar, y que nuestro discurso no gustó. Así que, como nos sentimos censuradas, a continuación reproducimos las preguntas que la periodista nos propuso y nuestras respuestas:

¿Cuál es el límite entre un halago y un piropo ofensivo?
Alicia Murillo: El sentido común. Si es ofensivo no es un piropo. Un piropo se dice para halagar. Las agresiones callejeras son aquellas que incluyen cosas como: dar una opinión que no te han pedido, tono de burla o tono paternalista, palabras malsonantes, acercamiento físico intimidatorio, etc. Las mujeres no nos permitimos el lujo de opinar sobre la forma de caminar o de vestir de un hombre desconocido que nos cruzamos en plena calle. ¿Por qué ellos sí lo hacen? Porque es una demostración de poder, porque si un conjunto amplio de hombres intimidan a las mujeres de una sociedad podrán ofrecer “protección” a la que tienen en casa creando así una situación de dependencia. El acoso callejero, el mal llamado piropo, no es un halago, es otra forma que el patriarcado tiene de hacer ver que el cuerpo de las mujeres es un espacio comunitario que se puede tocar, maltratar y sobre el que se puede opinar libremente. Es una manera de robar independencia a las mujeres que caminarán más inseguras por las calles y, por tanto, serán más vulnerables y más dependientes de los hombres.
June Fernández: Sentirse con el derecho de hacer un comentario a una desconocida sobre su aspecto o su vestimenta, o transmitir una actitud lasciva de buenas a primeras, es una práctica machista censurable. Pero además hay agravantes, como el que te habla a tus espaldas, el que te habla de noche en una calle solitaria, el que te toca además de hablarte… Hace apenas unos días una lectora escribió a Pikara contando que un hombre le tocó la vulva en un parque de Barcelona, y cuando compartimos esos testimonios casi todas las mujeres dicen que a ellas tambien les ha ocurrido algo así.
¿Podríais compartir alguna situación en la que os hayáis sentido acosadas o molestas por alguna actitud masculina en la calle?
A.M.:Las más desagradables las viví quizás de pequeña, aproximadamente a los 13 años. Fueron las más duras porque fueron las primeras y porque en la adolescencia la vulnerabilidad de las personas está más a flor de piel. Yo siempre fui muy alta para mi edad pero era también muy delgada. Los hombres se permitían el lujo de dar su opinión sobre mi cuerpo diciéndome cosas como “Ey, morena, qué canija estás pero te follaba igualmente”. A eso es a lo que se enfrenta una niña española de manera cotidiana al salir a la calle sola y aún nos permitimos mirar por encima del hombro a los países musulmanes diciendo que aquí gozamos de igualdad y que somos un país desarrollado. Me machacaron la autoestima. Afortunadamente crecí en un entorno familiar que contrarrestó todo aquello dándome herramientas para desarrollar la seguridad en mí misma.
J.F. Yo vivo en un barrio en el que hay una alta presencia de hombres en la calle y cada día me enfrento a varios comentarios sobre mi aspecto, silbidos, besitos, miradas lascivas… Es una práctica normalizada y creo que a quien la hace le mueve más la necesidad inconsciente de reafirmar su virilidad que el deseo de relacionarse con la mujer a la que acosa. La prueba es que en grupo se crecen más y es raro que uno del grupo cuestione al resto.
June Fernández: “El problema no suele ser un comentario aislado, sino que las mujeres, por el hecho de serlo, estamos expuestas a recibirlos de forma habitual, unido al riesgo de ser agredidas física y sexualmente. Esto nos hace sentir vulnerables, expuestas, nos recuerda que la calle aún no es nuestra’”
¿Por qué están tan arraigados los micromachismos en España? ¿Qué características tienen?
A.M. El peligro del término “micromachismos” es que a veces puede pensarse que son “males menores”. Es como decir que hay drogas duras y blandas. Cualquier acto discriminatorio, por cotidiano y frecuente que sea, es una muestra que el sistema patriarcal tiene de reafirmarse. Por tanto no hay actos pequeños de discriminación. ¿Me pide que enumere alguno de los que veo cotidianamente en mi país? Pues, por ejemplo, que esta entrevista no se publique en el apartado de política y que tenga que hacerse una revista aparte exclusiva para las mujeres que, por supuesto, está estructurada en moda, belleza, celebrities, etc. en lugar de asuntos como violencias patriarcales, medicalización del cuerpo femenino, sexualidad, recuperación de la memoria histórica de la mujer, etc. Es como si la prensa quisiera decirnos: sí, sabemos que existís, pero no podéis pretender que vuestros problemas ocupen las grandes secciones periodísticas ni que en las revistas femeninas abandonemos las frivolidades, es importante teneros narcotizadas con chorradas. Me pregunto si, por ejemplo, una oleada de violencia verbal callejera se desatara contra, no sé, el sector chino de la población. Que de pronto los/as inmigrantes chinos/as no pudiesen salir a la calle de madrugada solos/as, que necesitasen de la protección de otras personas, que los intimidasen por la calle con palabras malsonantes y groseras. Eso ocuparía primeras planas y se hablaría de una ola de racismo. En cambio las mujeres tenemos que asumir esa violencia sin que la sociedad lo catalogue de problema sociopolítico de importancia, incluso si somos el 50% de la población. Cuando las revistas femeninas hablen de autoras como Virginie Despentes, Itziar Ziga, María Llopis, Beatriz Preciados o Diana J. Torres en lugar de hablar de Valentino o Armani, quizás por fin mis congéneres se conciencien de que, como decía Beauvoir, hoy por hoy seguimos siendo ciudadanas de segunda, El segundo sexo.
¿Qué podemos hacer para tratar de revertir esta situación?
A.M. Reconocer nuestra agresividad. Nos robaron la agresividad, nos dijeron: vosotras, niñas dulces, no debéis defenderos porque vuestra feminidad quedaría lisiada. Pero no es así, la legítima defensa es eso, legítima. No necesitamos que nos defiendan, podemos hacerlo solas y podemos hacerlo canalizando la agresividad a través de la creatividad, la sororidad, el sentido del humor y la alegría. Reír descaradamente es lo más subversivo y agresivo que podemos hacer ante el patriarcado. Reír con esas risas histéricas de brujas que nos han dicho que no eran nada femeninas y saber que todo esto está ocurriendo por una razón: nos saben poderosas y tienen miedo de nosotras. Yo no confío en la justicia ni en la policía. Creo que son dos instituciones que, hoy por hoy, y salvo contadas excepciones, sirven al patriarcado. Las cosas están cambiando pero demasiado lentamente y no puedo esperar cuatro generaciones para que la situación se arregle. La vida es corta, prefiero defenderme sola.
J.F. Una propuesta fundamental es la autodefensa feminista, en la que no se aprenden sólo técnicas físicas para enfrentar una agresión sexual, sino que sobre todo se trabaja en reconocer situaciones violentas, incluido el acoso callejero, y se comparten estrategias para enfrentarlas. Recomiendo muchísimo como formadora a Maitena Monroy. Me parece muy importante también que los hombres cuestionen a  sus amigos o compañeros de trabajo cuando ‘piropean’.
Murillo: “Viajando descubrí lugares donde las mujeres podían caminar por la calle sin ser ofendidas en cada esquina. La gente era capaz de relacionarse entre ella sin asumir roles de superioridad/inferioridad. Cuando volví a España se me hacía insoportable. Pensé que debía darle la vuelta a la situación”
Alicia, ¿por qué empezaste el proyecto de El cazador cazado?
A.M. Pasé 12 años viajando por todo el mundo. Viví en tres continentes diferentes y entré en contacto con infinidad de culturas. Eso me ayudó a darme cuenta de que había lugares donde las mujeres podían caminar por la calle sin ser ofendidas en cada esquina. La gente era capaz de relacionarse entre ella, ligar, hablar, etc. sin asumir roles de superioridad/inferioridad. Cuando volví a España se me hacía insoportable convivir con esta costumbre tan rancia del acoso callejero. A veces las situaciones eran tan desagradables que terminaba llorando. Pensé que debía darle la vuelta a la situación. Yo quería reír. Si alguien tenía que llorar, que fueran ellos.
¿Es España un país donde el acoso callejero se ha convertido en algo habitual?
A.M. Depende de la ciudad, pero sí, en general se tiene muy interiorizado tanto por hombres como por mujeres. Cuando mis amigos de Seattle (EEUU), ciudad donde viví una larga temporada, ven mis vídeos no dan crédito. Allí la gente es muy espontánea y te dicen cosas por la calle pero de manera completamente diferente. Vas paseando y alguien (hombre o mujer) se acerca a ti y comenta: “me encanta la camiseta que llevas”, o bien “tu sonrisa me ha alegrado la mañana”, o bien “¡qué maravilla de corbata!”… pero el matiz es completamente distinto porque no hay juicio de valores, ni paternalismo, ni jerarquía de géneros: un hombre se lo puede decir a otro hombre, por ejemplo. No existe un acoso sexual, existe un acercamiento amigable, espontáneo y respetuoso que puede o no terminar en amistad, sexo o, simplemente, un saludo cordial a un/a desconocido/a. Y por supuesto esos acercamientos no incluyen insultos, palabras malsonantes ni tocamientos.
¿Qué podemos contestar a aquél que nos tilde de “paranoicas” por quejarnos ante un piropo o un halago pasado de rosca y claramente machista?
J.F. Me preocupa que cada comentario aislado no parece suficientemente grave como para darle una respuesta contundente. ¿Es una agresión algo aparentemente inofensivo como que te digan “hola, guapa”? ¿Cómo contestar a eso sin que te tachen de agresiva y exagerada? Pero el problema es que no es un “hola, guapa aislado”, sino que las mujeres, por el hecho de serlo, estamos expuestas a recibir ese tipo de comentarios de forma habitual, unido al riesgo de ser agredidas física y sexualmente en la calle, incluidos esos tocamientos tan habituales que mencionaba antes. Y esa situación, que definimos como violencia simbólica, nos hace sentirnos vulnerables, expuestas, nos recuerda que la calle aún no es nuestra. Que se trate de un bombardeo de piropos aparentemente inofensivos hace que nos acostumbremos a ignorarlos, a intentar que no nos afecten. Pero claro que nos afectan, y callárnoslo nos genera una impotencia y una rabia contenida que creo que hay que empezar a expresar. Por eso creo que es importante que respondamos cuando nos sintamos con ánimos. Es fundamental que las mujeres compartamos estrategias de cómo hacer frente a estas pequeñas agresiones, así como propuestas como la de Alicia o Hollaback.
A.M. Hay que decirles que no nos interesa su opinión. Yo no quiero convencer a nadie de nada, no me interesa el juicio que el patriarcado haga de mi persona, lo que yo quiero es que me dejen pasear tranquila por la calle. ¿Ellos/as piensan que soy una paranoica? Uf, pues si supieran lo que yo pienso de ellos/as… lo mismo hasta les traumatizaba.
¿Podemos esperar que las cosas mejoren?
A.M. Las cosas ya están yendo a mejor. Recibo mensajes casi a diario de mujeres que me cuentan lo importante que ha sido mi proyecto para ellas, todo lo que ha significado, cómo han logrado empoderarse, sentirse más fuertes. Para mí eso es haber avanzado muchísimo. Y sé que cada vez somos más. Por desgracia aún queda mucha gente que no ha vivido otra manera de relacionarse con el otro sexo que no sea a través del acoso. Hay quien me dice: “Pero entonces, ¿cómo voy a hacerle saber a una chica que me gusta si no es diciéndoselo?” No se enteran de nada, no entienden que para gustar a alguien lo primero que tienes que hacer es preocuparte por su bienestar, por que se sienta cómoda. Pero llegará un día en que los hombres entiendan que decirle a una mujer “¡Borreeeeeegaaaa!” a gritos desde un andamio no tiene nada que ver con la seducción. Es una cuestión de sentido común.

martes, 26 de marzo de 2013

Las plazas son para jugar

Origen: http://www.eldiario.es/interferencias/INTERFERENCIA-LIVE-GENTE_QUE_HACE_COSAS-Intersobre_6_114498558.html


 

#Intersobre, gentes que defienden su plaza (y la tuya, vaya...)

Acción del 15M de Madrid para revindicar el uso público de la Puerta del Sol ante la nueva 'privatización' de parte de la plaza.
Variación del 'juego del pañuelito' con sobres. Arbitra 'un Barcenas' y vale todo (como nuestros representantes nos enseñan que funciona 'la vida real'). Retransmisión en directo.
¿Qué es el intersobre?
Es un campeonato organizada por interbarrios centro con la que denunciaremos la privatización de los espacios públicos por parte de nuestros corruPPtos favoritos.
¿Por qué?
El Ayuntamiento quiere ocupar 400m2 de Sol para una aburrida terraza, nosotras queremos okupar Sol para un divertido juego, antes juego del pañuelo, ahora juego del sobre.
¿Cuando y donde?
Este domingo 24 de marzo, a partir de las 11am, en Puerta del Sol¿En que consiste el juego? Es como el juego del pañuelo pero para ricos (misma mecánica  pero mucho más lucrativo). Se forman grupos de 5 que se irán enfrentan de dos en dos poniéndose cada equipo a un lado del campo, uno a la derecha y otro a la izquierda (si, aunque todos seamos amigos y todos vayamos a pillar, igualito que en las elecciones)A cada equipo se le da los mismos 5 nombres de  corruPPtos para que se los asignen a sus jugadores.En la mitad del campo estará Bárcenas sosteniendo un suculento sobre y, cuando diga un nombre, los jugadores de cada equipo que tengan dicho nombre se lanzaran a por su sobresueldo, tendrán que cogerlo y volver a su cloaca antes de que el otro afiliado le agarre y se chive a la prensa.En cada turno dimitirá un corruPPto, bien el que no consigue capturar al que lleva el sobre o bien el que es imputado.
¿Algo más? Si, ¡el juego sucio esta permitido! (¿qué? si vamos a ser corruPPtos hagamoslo bien). Cada equipo obtendrá puntos extra por cada ingeniosa corruptela que se le ocurra: ¡Enchufar a dedo a algún transeúnte en tu equipo! ¡Meter a un tránsfuga en el equipo contrario! ¡Traerte a tus votantes fan para que griten al contrarío el “y tu más”! ¡Sobornar al jurado del concurso!, etc, etc.
¡Ah! Y no esperes más honradez del jurado, habrá sorpresas

Aquí tenéis una maravilosa galería de fotos del evento de esta mañana.

lunes, 25 de marzo de 2013

Campaña de desobediencia civil contra las identificaciones

origen: http://stopidentificaciones.org/manifiesto/ (en esa dirección puedes firmar y apoyar el manifiesto)

Di No a las Identificaciones

Desde la Plataforma por la Desobediencia Civil, que agrupa a colectivos y personas preocupadas por el aumento de la represión llamada de “baja intensidad”, queremos manifestar que:
  • Desde la entrada en vigor de la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana 1/1992 (“Ley Corcuera”), las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado pueden, en teoría, pedir la documentación a cualquier persona que se sospeche que pueda estar cometiendo un delito.
  • Con mucha frecuencia se requiere la identificación a personas en función de su color de piel o de su aspecto. Estas identificaciones son, por tanto, arbitrarias, y constituyen auténticas persecuciones racistas y políticas sobre personas que se reúnen, se manifiestan o simplemente transitan las calles de esta ciudad.
  • Paradójicamente, suele ocurrir que quien identifica no va correctamente identificado (lo que supone un incumplimiento reiterado de la Instrucción 13/2007 del Ministerio del Interior), actuando en el anonimato, lo cual redunda en la impunidad de sus acciones y en la indefensión de quien es requerida/o a entregar su documentación.
  • Desde la llegada de Cristina Cifuentes a la Delegación del Gobierno de Madrid, e iniciado ya un ciclo de movilizaciones masivas a partir del 15M de 2011, se ha incrementado la vía represiva de carácter económico mediante un aumento considerable de las sanciones a las personas identificadas aleatoriamente en las movilizaciones sociales, lo que supone de hecho una restricción importante al ejercicio de derechos fundamentales.
  • Dichas sanciones suponen para muchas de las personas sancionadas un grave problema económico (246.000€ de recaudación, desde el 15 de mayo de 2011 hasta hoy), en el contexto de una ya de por sí grave situación económica.
  • Este sistema de sanciones indiscriminadas, injustas e ilegales, convierte a cualquier persona en víctima potencial de lo que llamamos “buro-represión” o represión “de baja intensidad”, que individualiza el sufrimiento de quien las recibe y que queda en la mayoría de los casos invisibilizada, en la casilla del buzón de cada persona sancionada.
  • Sabemos que el objetivo de esta represión es desincentivar la protesta social, desmovilizar a la ciudadanía, precarizar a personas ya muy precarizadas, focalizar las energías transformadoras en el trabajo antirrepresivo y generar un clima de miedo que desarticule la respuesta en las calles a sus políticas criminales. En una vuelta de tuerca más, el Estado recauda a costa de saquear a una ciudadanía a la que lleva tiempo exprimiendo a través de unos recortes cada día más salvajes e inmorales.
  • Entendemos que la vía represiva forma parte de la lógica sistémica en la que se articula el capitalismo: la incertidumbre sobre el futuro, a la que se añaden la violencia económica y el miedo, y pretende generar un escenario de sumisión en el que cualquier disidente sabe a qué puede atenerse: detenciones injustificadas, sanciones arbitrarias, lesiones desmovilizadoras… son algunos de los mecanismos por los que se opera la falsa pacificación de nuestras sociedades.
  • Sabemos también que somos muchas las personas que nos indignamos desde hace tiempo ante estas identificaciones arbitrarias, injustas, desproporcionadas y, en muchos casos, ilegales; las que nos negamos a continuar asumiendo el pago de multas, los pasos por comisaría, juzgados de guardia o prisión, golpes, insultos y demás agravios que sufrimos por el mero hecho de ejercer nuestro derecho a defendernos ante las intolerables medidas que nos asfixian; y nos solidarizamos enérgicamente con quienes sufren estos atropellos, estas injusticias.
Por todo lo anterior, hemos tomado la decisión de no retroceder, de enfrentamos al miedo colectivamente, en las calles, desde el apoyo mutuo y a través de un arma poderosa: la desobediencia civil. Entendemos que, en un escenario de acuciante conflicto entre legalidad y legitimidad, es un deber necesario y urgente plantearnos desobedecer las leyes injustas y las prácticas arbitrarias de quienes dicen defenderlas. Porque, frente a la lógica individualizante, debemos entender que ante los ataques colectivos solo caben respuestas colectivas; porque con cada persona sancionada, nos están sancionando a todas. Si la ley hace posible la trampa a gran escala, seremos muchas quienes nos neguemos a acatarla.
Te pedimos que firmes contra la represión que ejercen contra quienes diariamente nos encontramos en las calles para resistir colectivamente ante la constante agresión contra nuestras vidas, contra las del 99% del planeta.

Más información:


domingo, 24 de marzo de 2013

Cuidado, están haciendo una ley por la cual todos tendremos que pagar para que unos pocos se hagan ricos

Vivimos en sociedades crecientemente complejas, donde el acceso a la información es parte imprescindible para poder tomar decisiones adecuadas.

Sin embargo, en España, las editoriales quieren lucrarse incluso cuando los autores optan por licencias de sus obras que se basan en renunciar al lucro para que el conocimiento producido sea accesible.

Comparto este artículo que habla de una de las trampas que quieren introducir en la ley para dificultar el acceso al conocimiento de la ciudadanía en pro del derecho al lucro de una minoría. Atención que aquí se plantea también la cuestión de la cultura como saberes necesarios que generamos entre todas las personas para hacer que funciones la sociedad frente a la idea de la cultura como producto que hacen unos pocos y que consumen unos "ladrones", sin reconocer que todas las personas hacemos cultura.

Esto tiene que ver con la economía del conocimiento, que parece que va a ser la nueva gallina de los huevos de oro de la que se aprovechen unos pocos ahora que la de la construcción les ha fallado...


Vía http://www.eldiario.es/turing/piratas-pascua-escondidos-Ley-Lassalle_0_113739385.html

Los huevos de pascua escondidos en la Ley Lassalle

El foco mediático de las críticas contra la Ley de Propiedad Intelectual se centra en la copia privada y la persecución a webs de enlaces, pero además la ley trae dos sorpresas: la apropiación del Open Access y del dinero de los no socios. 
La reforma de la Ley de Propiedad Intelectual está teniendo dos focos mediáticos: el canon sobre las copias privadas y la persecución de las webs de enlaces a archivos en las redes p2p pero, además, hay dos huevos de pascua escondidos en la Ley Lassalle de suma importancia y que tienen una característica común: habilitan a las entidades de gestión a quedarse con lo que no es suyo.
Los dos aspectos que están recibiendo la mayor atención,el canon sobre copias privadas y las webs de enlaces, no dejan de suponer unos esfuerzos del legislativo para regular los derechos sobre obras cuya titularidad es de la industria de los contenidos. El canon sobre copias privadas supone regular la compensación económica sobre las copias domésticas que hacen los usuarios de una obra cuyo titular es la industria, mientras que con la regulación de las webs de enlace, sin perjuicio de lo nefasto de la norma, la excusa de la reforma es evitar la “piratería” de obras cuyos titulares de derechos no desean que estén en las redes de pares.
Sin embargo, hay dos temas que están pasando casi inadvertidos (con buenas excepciones como las de Antonio Martínez Ron y Angel Calleja), que suponen la apropiación por parte de las entidades de gestión de derechos que no les pertenecen y que nos hacen pensar que, en las diatribas sobre propiedad intelectual, nadie es inocente y que, en estos dos casos, los piratas son los otros.
Se trata de las apropiaciones que llevarán a cabo, por un lado, el Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO, la SGAE de los libros) sobre las copias digitales publicadas en los campus virtuales universitarios y, por otro lado, la convalidación legal de la apropiación del dinero de no socios que todas las entidades de gestión realizan actualmente.

Apropiación del Open Access

En la actualidad hay una corriente tanto de autores como de universidades que creen que la difusión del conocimiento ha de ser libre, máxime si se realiza con fondos públicos, por lo que permiten y además desean que sus obras tengan la máxima difusión y el menor número de barreras en su propagación. Como por defecto la propiedad intelectual no permite copiar, transformar, difundir o distribuir una obra sin permiso de un autor, este grupo de partidarios del Open Access liberan sus obras mediante lo que se ha venido a llamar licencias libres. Las más conocidas son las licenciasCreative Commons y las universidades e instituciones queencabezan este movimiento, sin citar ninguna nacional, son muy relevantes: Harvard, Berkeley, Stanford, Ottawa, Columbia, Memorial Sloan-Kettering Cancer Center, Michigan, Duke, Calgary, CERN, Cambridge, Oxford, The London School of Economics and Political Science, London Business School, Centre National de la Recherche Scientifique...
Los miles de autores que integran este movimiento buscan denodadamente romper las barreras del acceso al conocimiento, lo que también ha tenido su manifestación en el artículo 37 de nuestra Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación y en el Informe del Comité de Expertos para la Reforma del Sistema Universitario Español denominado «Propuestas para la reforma y mejora de la calidad y eficiencia del sistema universitario español» Enlace [pdf] página 74.
Pues bien, volviendo a nuestra reforma de la propiedad intelectual, en el año 2010 CEDRO solicitó la intervención de la Comisión de Mediación de la Propiedad Intelectual del Ministerio de Cultura para negociar con la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) pues afirmaba que en los campus virtuales de las universidades se pirateaba masivamente.
Tal y como más extensamente ya he relatado, CEDRO pretendía que las universidades le satisficieran un importe de 5 euros por alumno y año en concepto de las copias digitales que se utilizan en los campus virtuales. Como las universidades contratan por sí mismas los contenidos digitales que utilizan y pagan del orden de 125 millones de euros al año por este concepto, creyeron oportuno solicitar a CEDRO una demostración de cuál es su repertorio antes de realizar un dispendio de dinero público. CEDRO se negó a mostrar su repertorio, alegando que su carácter de entidad de gestión implica que no tiene obligación de mostrarlo puesto que representa universalmente a todos los autores, a todas las obras de todas las épocas y en todos los formatos.
El único problema de las tesis de CEDRO es que esta entidad tiene 19.631 socios personas físicas mientras que las universidades tienen unos 130.000 docentes de los que unos 104.000 se hallan en plena producción, CEDRO tiene un catálogo de 4 millones de obras mientras que en Worldcat figuran unos 290 millones y CEDRO modificó sus contratos para realizar la gestión de los formatos digitales en el año 2004, por lo que es dudoso que haya recabado autor por autor y obra por obra los derechos sobre formatos digitales anteriores a dicha fecha.
Era evidente la falta de representación de CEDRO y cuando se insistió desde la CRUE en solicitarles su repertorio, con tal de no mostrarlo CEDRO abandonó la mesa de negociación bajo la excusa de que no podía hacerlo por derechos de privacidad de sus socios. La entidad de gestión entonces demandó a tres universidades (Universidad de Barcelona, Universidad Autónoma de Barcelona y Universidad Carlos III de Madrid) solicitándoles una indemnización monetaria en juicios cuya tramitación todavía se halla pendiente.
El Ministerio de Cultura incluye ahora en el anteproyecto de ley un artículo 32.4 en el que realiza una estratagema para que las universidades tengan que pagar a CEDRO, aunque esté claro que ésta entidad tiene una representación mínima. La reforma crea un derecho irrenunciable en favor del autor que se gestionará obligatoriamente a través de CEDRO. Por lo tanto, esta entidad recibirá dinero de autores que no son socios suyos y a los que se les quita la posibilidad de decidir lo que se puede hacer con su obra ya que el derecho que se les concede es irrenunciable.
De esta manera, CEDRO gestiona los derechos de sus socios, los derechos de los autores que no son socios e incluso los derechos en los casos en que la universidad sea la titular de los mismos. Aun cuando no debamos olvidar que las universidades son las grandes titulares de propiedad intelectual según los artículos 54 de la Ley de Economía Sostenible y 80.5 de la Ley Orgánica de Universidades (en redacción dada por la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación), resulta que con la redacción de la reforma CEDRO administraría ese patrimonio universitario.
El importe de lo que las universidades deban pagar lo decidirá unilateralmente CEDRO, que es el sistema que sigue existiendo para calcular las tarifas por mucho que haya sido criticado por la Comisión Nacional de Competencia en su Informe sobre la gestión colectiva de derechos de propiedad intelectual de 2009, por lo que el importe que deberá satisfacérsele por copias digitales asciende a 7,4 millones de euros.
Por último, referente a cómo reparte CEDRO estos importes es relevante señalar que CEDRO no paga a los autores sino a las editoriales para que éstas a su vez paguen a quienes crearon las obras. Para saber cuánto le corresponde a cada autor, CEDRO aplicará un método estadístico de unos estudios que encarga su Junta Directiva, lo que nos lleva al segundo de los apartados apropiatorios de esta reforma.

Apropiación del dinero de los no socios

Una de las características de las entidades de gestión es que recaudan dinero tanto para sus socios como para quienes no lo son. Cuando un bar utiliza música, no puede conocerse de qué autores son las obras utilizadas, por lo que se establece una tarifa plana que luego la SGAE repartirá entre sus socios. Pero ocurre que seguro que alguna de las obras no es de alguno de sus miembros. Este fenómeno de que todas las entidades recaudan lo que no es de sus socios fue estudiado por la Agencia Estatal de Evaluación de las Políticas Públicas y la Calidad de los Servicios (AEVAL), según Plan de Trabajo acordado por el Consejo de Ministros en su reunión de 1 de agosto de 2008, que señaló que:
• No existe una regulación específica sobre el tratamiento que las entidades de gestión deben de dar a los derechos de los titulares no identificados, tanto en lo referente al plazo de prescripción como a la aplicación de los ingresos financieros obtenidos por las entidades a través de estos fondos, ni al destino final de las cantidades prescritas.
• En el periodo analizado, el destino de los derechos prescritos mayoritariamente ha sido nutrir los fondos promocionales, asistenciales y de formación e incrementar los resultados del ejercicio, lo que indirectamente ha repercutido en los socios al disminuir los gastos de administración y gestión de las entidades. En dos casos se ha realizado un reparto extraordinario a los titulares.
En el conflicto entre las universidades y CEDRO, ya hemos mencionado que esta última pretendía el pago de 5 euros por alumno y año. Las universidades, por su parte, ofrecían que a principio de curso notificarían a CEDRO las obras que iban a ser utilizadas, ésta practicaría una liquidación de las que verdaderamente gestionara, pagándosele entonces por el efectivo uso de su repertorio. CEDRO nunca aceptó esta solución, reclamando siempre una tarifa plana. La diferencia entre ambos sistemas es que si se señala el uso concreto de una obra, CEDRO está obligada a representar y a pagar al autor mientras que si hay tarifa plana, CEDRO no tiene que verificar que ese autor es socio suyo e integra lo cobrado en un fondo común que luego repartirá según una estadística del citado estudio encargado por su Junta Directiva.
Pues bien, la reforma viene a despejar las dudas que elinforme AEVAL señalaba y cubre, nuevamente, un flanco abierto por la defensa de las universidades introduciendo una redacción del artículo 154 de la Ley de Propiedad Intelectual con la que queda claro que aunque no se encuentre al autor titular de lo cobrado, el dinero no se devuelve a quien lo pagó, que era la pregunta que hacían las universidades en los procedimientos judiciales: si CEDRO no encuentra a los socios a quienes les corresponden unos derechos que la entidad ha cobrado, ¿por qué no se devuelve lo cobrado a quien lo pagó? La solución de la reforma es diáfana: las entidades hacen suyo a los 10 años el dinero cuyos titulares han sido incapaces de encontrar.
Esto ya venía ocurriendo, de todas maneras, pero ahora es una práctica que se santifica legalmente. La Memoria de actividad de CEDRO del ejercicio 2011 señala (página 79) que «Al 31 de diciembre de 2011, 2010 y 2009 han prescrito los derechos pendientes de liquidar correspondientes a los ejercicios 1996, 1995 y 1994 por importes de 1.724.059, 2.054.566 y 1.224.858 euros», esto es, 5.003.483 euros ajenos de tres ejercicios por unos derechos de no socios, por lo que podemos afirmar que los no socios están sufragando los gastos de gestión de los derechos de los socios.
Esta práctica tiene como efecto perverso el que una entidad de gestión no se halle nunca interesada en identificar los derechos de quienes no son sus socios ya que los integrará legalmente en su patrimonio y siempre estará interesada en cobrar derechos de los no socios, porque no los tiene que repartir. Y, obviamente, en el seno de estas entidades de gestión nadie defiende a los no socios. La Memoria citada concluye (página 79) con que «La Entidad, dada la alta representatividad de su repertorio, ha cancelado el plan especial de acción para la localización de titulares».

Trámites pendientes

Por delante queda ahora toda una tramitación en la que se espera se consulte a la CRUE entre las entidades afectadas por la reforma. Una vez obtenidos los informes de los organismos pertinentes (entre los que se incluye una consulta pública), volverá al Consejo de Ministros para que se apruebe el proyecto de ley que se envíe al Congreso de los Diputados. Según manifestación de la Vicepresidenta del Gobierno, se espera que el anteproyecto se convierta en ley a finales del año 2013.
Esperemos que antes de esa fecha el Gobierno cambie de rumbo y apoye más a las universidades públicas que a asociaciones privadas no representativas. Permitir pagos de 13,5 millones de euros (de los que 10,8 son fondos públicos) a una asociación privada requiere más rigor que el mero capricho de un legislador que sabe perfectamentecómo saquear los fondos públicos usando 3 normas nacionales, en 4 pasos, y con la excusa de las publicaciones científicas. Ya lo hizo con el canon sobre los soportes digitales, esperemos que en esta ocasión se arrepienta a tiempo.

viernes, 22 de marzo de 2013

Así nos ven en Francia


Me estoy poniendo al día con entradas atrasadas...  aquí os cuelgo un recuerdo de tiempos pasados que siguen muy vivos:

 


Y no estoy segura de si ya he compartido estos vínculos, pero de nuevo: un repaso a la historia de sol: